Microsoft ha sorprendido a la industria del videojuego al considerar la posibilidad de lanzar sus franquicias más emblemáticas, como Halo y Gears of War, en consolas de la competencia como la PS5 y la próxima Nintendo Switch 2. Esta estrategia forma parte de un movimiento más amplio para expandir su mercado y fortalecer su presencia global.
Phil Spencer, CEO de Xbox, declaró que “la meta no es vender más consolas, sino hacer que más personas experimenten nuestros juegos, sin importar dónde decidan jugar”. Este cambio podría marcar un antes y un después en la guerra de consolas, fomentando una mayor integración entre plataformas y beneficiando a los jugadores.
La medida aún está en evaluación, pero expertos creen que podría ser clave en la consolidación del modelo de negocio de Xbox basado en servicios como Game Pass, en lugar de depender exclusivamente de ventas de hardware. Sin embargo, la comunidad de fans tiene opiniones divididas, pues muchos consideran que estas franquicias deberían seguir siendo exclusivas de Xbox.